ELISEO
Heinrich Kemner (1903 - 1993) fue un pastor evangélico que ayudó a muchos creyentes que tenían problemas espirituales. Y de su experiencia en este campo surgió el dicho ya famoso: «La santidad, que sea natural, y la naturalidad que sea santa».
Esta «naturalidad santa» es lo que salta a la vista en la vida de Eliseo. Es uno de los pocos hombres en la Biblia cuya vida se describe en detalle sin notar ninguna debilidad de carácter.
Mientras que otros hombres de Dios en su vejez una disminución de su sabiduría y un desfallecimiento de su fuerza espiritual y decisión, hallamos en Eliseo una lucidez y firmeza espiritual inquebrantable desde el primer momento hasta la última escena en su lecho de muerte. Su vida transcurrió sin interrupciones, sin parches, íntegra.
En muchas escenas nos recuerda al Señor Jesús, de quien es una viva imagen. Pero al mismo tiempo es también un ejemplo para todos aquellos que quieren servir al Señor y a su pueblo en nuestros días. Su sencillez, humildad, sabiduría y misericordia.
Otro aspecto es el ejemplo de Eliseo en cuanto a compartir su vida con otros creyentes más jóvenes. El trabajar juntos armoniosamente jóvenes y mayores es una gran bendición, y vemos como el unbo suple la falta del otro.
Este comentario tiene en cuenta estos diferentes aspectos y los ilustra con muchas citas y ejemplos de la historia de la iglesia, animando a imitarlos.