De la distorsión del conocimiento, a la nitidéz de la relación con Dios
Jesús se hizo presente en medio de una cultura saturada de una religiosidad que perpetuaba las pesadas cargas que terminaban por aplastar a la humanidad. Sin embargo Él, en sus enseñanzas, con su vida y con sus milagros desafió a cambiar esos paradigmas.
Traer de vuelta a la vida a un muerto nos parece simplemente imposible; proponer amar a nuestros enemigos y bendecir a los que nos maldicen suena absurdo y contrario a lo natural; convivir con pecadores y prostitutas se considera inadmisible; pero Jesús hizo todo esto para demostrar que el nuestro es un paradigma obsoleto. Pero aunque Jesús demostró la ineficacia de aquellos viejos paradigmas y propuso los que rigen en el Reino de Dios, y a pesar de que sus discípulos abrazaron estos nuevos y disfrutaron de ellos, lentamente y al paso del tiempo los creyentes retrocedieron para abrazar los mismos rancios paradigmas de la misma religiosidad que combatió Jesús, adoptándolos como la norma.
Los desafíos de este siglo XXI nos demandan a los creyentes cambios, no de forma, sino de fondo: cobrar conciencia de lo valiosa que es la herencia que tenemos en nuestras manos y volver a la esencia del amor, el honor, la esperanza, la libertad, y el poder y la presencia de Dios.
Paradigmas es un libro que traerá esperanza y refrescará especialmente las almas cansadas de legalismo y rechazo, y sedientas de la libertad que hay donde está el Espíritu de Dios.