Cada día les damos demasiado poder a los demonios cuando, de hecho, Jesús nos ha dado poder para atarlos y ordenarles que se vayan. Jesús no dijo que aconsejemos o mediquemos demonios, más bien dijo: "¡Échenlos fuera!".
En Cuando los cerdos se mudan a casa, Don Dickerman le da la esperanza que necesita, al proveer historias de hombres y mujeres cuyas vidas han sido transformadas, porque alguien miró a los ojos del diablo y le ordenó: "¡En el nombre de Jesús, sal FUERA!". Con inspiradoras entrevistas así como perspicaces conversaciones con algunos de los perores presidiarios, Cuando los cerdos se mudan a casa provee principios prácticos para ministrar liberación de la opresión demoníaca.