En algún momento todos necesitamos una palabra de consejo, consuelo o esperanza, que nos dé fuerzas para continuar. Quisiéramos reunirnos a solas con alguien que sepa cómo ayudarnos, nos guíe, y nos dé una estrategia para salir de una situación o entrar en una. Llegamos a desear que alguien nos hable claro, sin máscaras ni diplomacia, ni falsedad, nos guste o no lo que te pueda decir, pero que lo haga con amor y sinceridad. Tal vez deseamos que tan solo nos escuchen sin hablar, sin juzgarnos, y que nos comprendan. O soñamos con el momento y lugar donde podamos descansar y sentir una genuina paz.
Ese lugar y esa persona existen. Él te espera ahí, en lo secreto. Ahí encontrarás las respuestas a muchas preguntas, dirección a muchas salidas y entradas, consuelo y esperanza. Ahí recibirás una confrontación sana y constructiva que te mostrará las cosas del carácter y la vida que deberías mejorar o cambiar. Ahí encontrarás transformación.