Los hijos de la Reforma siempre han promocionado la «ética de trabajo protestante», al entender que el trabajo es una bendición divina. Si bien la dureza y el sufrimiento en él, y «el sudor de la frente» forman parte desde la Caída, supervisar y sojuzgar la tierra, trabajo en sí, pertenecen al sexto día de la creación; y al final del sexto día Dios declaró que
todo «era bueno en gran manera».
En este libro Pilar Olmedo examina diferentes oficios que encontramos en la Biblia, y tras examinar las diferentes referencias bíblicas, anima a sus lectores a reflexionar sobre algún aspecto del mismo guiándoles a pensar en cosas espirituales y sobre todo en el Señor.
Esta obra nació en artículos publicados en El Heraldo del Pueblo, periódico evangelístico publicado por Editorial Peregrino en su sección Para jóvenes lectores. Sin embargo, lectores de cualquier edad podrán sacar mucho provecho de una lectura meditada de este libro.
Pilar Olmedo es miembro de la iglesia evangélica en Tomelloso, C.Real desde hace treinta y dos años. Casada y madre de dos hijos. Se dedica a todas las labores de su hogar y también es auxiliar de enfermería. A los 10 años compuso su primer poema y ha ido escribiendo desde entonces.