LOS CINCO PILARES DE LA REFORMA
PRIMER PILAR: SOLA ESCRITURA “SCRIPTURA”
Todo comenzó un día cuando Martín Lutero era estudiante, estaba en la biblioteca de su universidad buscando algunos libros, cuando tropezó con un extraño volumen que le llamó mucho la atención. Era un ejemplar de la Biblia en latín; grande fue su asombro, porque siempre había creído que los fragmentos de la biblia que se leen en los cultos de la iglesia a la cual él pertenecía, eran la palabra de Dios completa. Su interés por este libro fue tan grande, que dijo que deseaba por sobre todas las riquezas, una Biblia. Poco después entró en un monasterio de frailes agustinos y el vicario general le regaló una Biblia que estudió con gran cuidado. Este estudio le facilitó el camino para su propia iluminación espiritual y para el gran trabajo de reformación que él emprendió. Esto demuestra el efecto que produce la lectura de la Palabra de Dios en el corazón de los hombres.
A principios del siglo XVI, todas las personas importantes dentro de la Iglesia estaban clamando por reformas. Había corrupción. Los puestos eclesiásticos se podían comprar y vender. Muchos sacerdotes eran adúlteros, borrachos e ignorantes de las Escrituras. Maquiavelo lo escribió de manera brutal: ‘Nosotros los italianos somos más irreligiosos y corruptos que otros, porque la Iglesia romana nos ha dado el peor ejemplo’.
Se conoce con el nombre de Reforma al movimiento religioso que tuvo lugar en Europa en el siglo XVI, en la parte occidental de la cristiandad. Aunque sus efectos fueron más allá de lo puramente teológico, sin embargo sus raíces fueron estrictamente doctrinales. Durante siglos la Iglesia Católica había aunado profundamente con los poderes políticos y económicos, resultando en el incremento de riqueza y poder por su parte, lo cual influyó en la corrupción del clero y en el establecimiento de doctrinas y prácticas distantes del evangelio.
Antes de que la Reforma naciera hubo personajes que denunciaron el sistema de abusos supersticiones populares extendidas por doquier. Por ejemplo, Pedro Valdo, Juan Hus y John Wycliffe, entre otros, fueron figuras que se enfrentaron al estado generalizado de cosas antes de la Reforma. A estos personajes se les ha denominado los precursores de la Reforma.
La fecha tradicional que marca un antes y un después en la historia de la Iglesia sería el 31 de octubre de 1517, cuando el fraile agustino Martín Lutero clavó sus Novernta y Cinco Tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. En ese documento se atacaba el sistema de indulgencias y se afirmaba que el papa no tiene autoridad sobre el purgatorio, no teniendo la doctrina de los méritos de los santos justificación en el evangelio.
En esas doctrinas Lutero veía una corrupción de las doctrinas de la redención y de la gracia. De ahí que los pilares de la Reforma sean CINCO: sola Escritura, sola fe, sola gracia, sola Cristo y sola gloria. Lo que comenzó con una simple protesta de parte de Martín Lutero, en contra de una serie de prácticas religiosas de parte de la iglesia de Roma, culminó siendo un movimiento transformador de la Iglesia y de toda la sociedad. Este movimiento, denominado como la Reforma, se expandió por los próximos 200 años, cruzando el océano y llegando a Norteamérica. Las cinco “Solas” que vamos a ver resumieron la teología propulsada por la Reforma.
PRIMER PILAR: SOLA ESCRITURA “SCRIPTURA”: El término sola scriptura proviene del latín que significa "Solo la Escritura" o "Solo por medio de la Escritura". Consiste en las palabras sola, que significa "solo", y scriptura, refiriéndose a la Biblia. La Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica. Por tanto, nada que contradiga la revelación de Dios puede regular la vida del creyente (Gálatas 1:6-10; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:3). “Solamente la palabra de Dios es la última autoridad en materia de fe y práctica es la autoridad máxima con la palabra habla Dios habla y cuando Dios habla el resto se calla”.
El postulado protestante de Sola Scriptura (solo la Biblia) elevó la Escritura como criterio único y fuente concluyente para la teología. En contraste con la teología católica romana, que enfatizaba las Escrituras y la tradición, la fe protestante enfatizaba la palabra clave “sola”; es decir, solo las Escrituras son la autoridad final cuando se trata de asuntos de fe y doctrina. La Reforma fue una vuelta al Evangelio, lisa y llanamente. No aceptó ninguna autoridad contra la autoridad de Cristo en su Palabra; ni revelación de visionarios contra la revelación divina en las Escrituras. La única autoridad en doctrina y práctica fue la Palabra de Dios.
Fue la Biblia lo que le dio fuerza y autoridad decisivas a la Reforma Protestante, y su revuelta contra Roma y los errores que había estado enseñando durante siglos. Confrontados con una interpretación alegórica de la Escritura, donde se inferían muchos significados diferentes del texto bíblico, los reformadores protestantes enfatizaron la importancia de una interpretación gramatical-histórica de la Biblia, que consideraba seriamente la gramática y el significado literal del texto bíblico.
Expresa Martin Lutero “A quien cree en la palabra de Cristo y se aferra a ella, los cielos le son abiertos, el infierno le es cerrado, el diablo es puesto en prisión, los pecados le son perdonados, y él tal es un hijo de la vida eterna. Esto es lo que este libro te enseña –la Sagrada Escritura– y ningún otro libro sobre la tierra”.
Se elevó la predicación alegórica a la expositiva; donde los oyentes podían profundizar en el estudio de la escritura. La predicación expositiva, fue el estilo de los reformadores.
Los cristianos de la reforma sabían que la Biblia es su propio intérprete y se comenzó ver la unidad de la escritura. La Biblia misma afirma que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo. 3:16) y que “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:20, 21). Como Dios es el Autor supremo de la Biblia, podemos asumir que existe una unidad y una armonía fundamental entre las diversas partes de las Escrituras con respecto a los temas clave que enseña.
REFLEXIÓN
La Reforma del Siglo XVI se presentó desde el principio como un fenómeno complejo, pero radicalmente cristiano. Así lo reconocen hoy tanto sus partidarios como sus detractores. En el espíritu de la profecía se enfrentaron a los abusos de las autoridades eclesiásticas y de los teólogos irresponsables con un claro y rotundo «así dice el Señor», «así dice la Biblia». En este punto todos estuvieron de acuerdo: Lutero, Zuinglio y Calvino. Solo desde la Biblia y mediante la Biblia se manifiesta Dios a su pueblo.
Sola scriptura es un concepto importante para los cristianos de hoy. Si una tradición o práctica en nuestras vidas contradice las claras enseñanzas de la Biblia, nuestro objetivo debe ser cambiar la tradición para que coincida con las enseñanzas de la Biblia y no al revés. Como escribió el apóstol Pablo: "Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad." (2 Timoteo 2:15).
Desafortunadamente, muchos cristianos profesantes ni siquiera hacen tiempo en su programa diario para estudiar las Escrituras por sí mismos, y mucho menos para enseñarles a sus hijos. Sin embargo, la Escritura está llena de referencias que debe motivarnos a pasar tiempo todos los días a estudiar la Biblia. Job dijo, “Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12).
Alegoría: La predicación alegórica es aquella donde se maneja el texto bíblico con la convicción que todo el texto seguramente tiene un significado “espiritual”.
La predicación expositiva: es cuando el mensaje del texto viene a ser el mensaje del sermón que se predica. Nosotros, estamos aquí para predicar la Palabra de Dios, no para predicarnos a nosotros mismos o nuestras propias opiniones. La predicación que es verdadera predicación expone el texto, deja hablar al texto bíblico y en ese sentido, nosotros hacemos el sermón, pero no hacemos el mensaje. El mensaje está allí en el texto.
Pastor Ricardo Girón
Pastor Ricardo Girón
Licenciado en Educación Cristiana del Instituto de Superación Ministerial. Posee una Maestría en Docencia Superior. Obtuvo un Doctorado en Honor y Causa, en Educación. Cuarenta y tres años de ministerio y actualmente apoya los Institutos Bíblicos y Enseñanzas en Temas Generales en las Iglesias en Panamá.
Casado con Silvia Ordoñez de Girón, tiene dos hijas Maybel Girón y Ana Gabriela Girón.